La hija mayor de Don Salvador, Doña María Josefa Sofía, se vuelve cabeza de casa imperial de México, siguiendo la muerte de su tío Agustín en 1925.
Ella era modesta y muy religiosa, ella no participó en ningún papel político. Ella se casó dos veces y tuvo dos hijas. Al terminar la segunda guerra mundial y a pesar de su muy avanzada edad el gobierno comunista romano la internan a ella y a su segundo esposo como enemigos de clase pública. Ella y su esposo mueren bajo misteriosas y sospechosas circunstancias poco después de ser internados en 1949.
Su heredero acorde a su deseo y a su testamento y con el consentimiento de sus dos hijas fue su único nieto, Don Maximiliano de Götzen Iturbide.